Costantini revela los pendientes del Gobierno y por qué sigue comprando propiedades
En un mano a mano con José del Río, el creador de Nordelta habló del dólar, el Gobierno, el valor de las propiedades y de qué depende que arranque con su proyecto de más de US$250 millones en Catalinas.
*27 de julio de 2025*
*Tiempo de lectura: 8 minutos*
Eduardo Costantini habló de todo en un encuentro con José del Río. Este no es un año más para él: además de tener a su octava hija, Kahlo, realizó fuertes inversiones en el mercado inmobiliario. Tras seis años, volvió a la ciudad de Buenos Aires con la adquisición de un terreno en Cañitas, compró tierras en Carrasco y en Punta del Este, Uruguay, y se “asoció” con la desarrolladora de la marca Quartier.
Su perspectiva sobre el Gobierno, el futuro de los precios de las propiedades y sus nuevos emprendimientos son algunos de los temas abordados en el encuentro de real estate de LA NACION con uno de los empresarios más visionarios de Argentina.
¿Cómo ve al país?
– Este Gobierno arrancó con un país al borde de la hiper y fue sorprendentemente exitoso en la baja del gasto público nacional y la baja de la inflación. Sin embargo, en el sector externo todavía no encuentra el equilibrio de mediano y largo plazo, ya que el país necesita acumular dólares y revertir la negatividad en las reservas. La falta de acumulación de reservas no permite un cambio de expectativas favorables y afecta la confianza necesaria para acceder al mercado internacional.
¿Por qué algunos sectores perciben al dólar caro y otros, competitivo?
– Hay que buscar el equilibrio general entre el sector externo, el nivel de actividad, el empleo y el precio. El tipo de cambio es como un blanco en movimiento. Decir si está caro o barato es relativo. La Argentina tiene un Estado grande y una economía cerrada. A largo plazo, debería abrirse, reducir el gasto público y los impuestos, para permitir un nivel de competitividad que genere empleo y produzca dólares para financiar importaciones.
– Hoy, la Argentina tiene un cuello de botella, pero no es un drama. Diferente sería si la situación fuera como en Uruguay, que tiene un dólar caro pero en equilibrio, compensado por su balanza de capitales y una economía estable.
¿Por qué sigue invirtiendo en la Argentina?
– Nosotros no manejamos la macro. Todos nuestros proyectos son de largo plazo. Nos concentramos en el valor intrínseco y en dar más de lo que inicialmente imaginamos. Aunque algunos proyectos, como Malba Puertos, generen déficit, lo hacemos por mejorar la calidad de vida y responder a una demanda cultural que no se imaginaba.
¿Cuál es su recomendación de inversión hoy?
Las acciones americanas están en tendencia ascendente, a pesar de los vaivenes políticos. El bitcoin sigue firme, y las tasas son positivas, lo que brinda la posibilidad de invertir en bonos de gobiernos soberanos o corporativos. Todas estas son alternativas viables.
¿Por qué compró Argencons?
– Lo consideramos una asociación, no una compra. Argencons es una empresa con 50 años de experiencia. La asociación permite abarcar más proyectos en el mercado y ampliar nuestra plataforma gracias a nuestros contactos e inversores.
Planes de inversión en Buenos Aires y Uruguay
– Estamos mirando tierra en Cañitas, además de un proyecto de 100.000 metros en Catalinas que tuvo problemas regulatorios que se resolvieron recientemente. La inversión total rondará entre US$250 y US$300 millones.
– En Uruguay, desarrollamos un proyecto de 145 hectáreas en Punta del Este y adquirimos 170 hectáreas en Carrasco, un pulmón verde pensado integralmente.
La creatividad en el desarrollo inmobiliario
– Me divierte el contenido, la estética y enriquecer los proyectos. En el arte, en la familia, y ahora con Kahlo, el enfoque es siempre hacia la creatividad.
Fuente: LA NACION