Mercado Inmobiliario

Alerta empresarial: Falta de financiamiento limita créditos solo a departamentos usados

Alerta empresarial: Falta de financiamiento limita créditos solo a departamentos usados

No hay plata: la alerta de los empresarios “inconformes” porque el crédito solo se da para comprar departamentos usados

LOS ESPECIALISTAS DEL MERCADO INMOBILIARIO SE REUNIERON EN BATEV PARA REPENSAR EL FUTURO DEL SECTOR Y SE MOSTRARON ANSIOSOS POR EL FINANCIAMIENTO EN POZO

* 26 de junio de 2025
* 18:06

Hoy el mercado inmobiliario se mueve por el efecto que generaron los créditos hipotecarios. La pregunta que resuena es: “¿Si en vez de financiar al usado, financiamos lo nuevo?”. Con esta inquietud, Federico González Rouco, economista especializado en vivienda, instó a replantear el mercado del crédito hipotecario en la Argentina. Este planteo surgió en el panel inaugural de BATEV 2025, un encuentro que congregó a los principales expertos de la construcción y del mercado inmobiliario en La Rural de Palermo.

El eje central de la primera charla fue la necesidad de poner foco en la financiación de proyectos en pozo para reactivar el sector de la construcción, un dinamizador de la economía. Actualmente, el mercado inmobiliario está centrado en la financiación de unidades usadas, lo que limita la demanda hacia esos inmuebles. Las obras en construcción enfrentan un momento crítico, con costos que se han duplicado en dólares en los últimos 12 meses.

Carlos Spina, director de Argencons, inició el evento y, tras despedirse de su cargo en la Asociación de Empresarios para la Vivienda (AEV), subrayó que es fundamental pensar en un ciclo que financie el flujo y no el stock. “No hay plata”, enfatizó Spina, aludiendo al aumento de las tasas de interés por parte de los bancos en sus líneas de préstamos hipotecarios. Desafió a repensar un ciclo crediticio que apoye la obra en construcción, en vez de agotar los créditos en la compra de unidades usadas.

Federico González Rouco también aportó contexto sobre la situación actual: en Argentina se otorgan alrededor de 3000 créditos hipotecarios mensuales para un país con 16 millones de hogares. “El volumen que tenemos para crecer es infinito”, apuntó. Este financiamiento representa apenas el 0,2% del PBI, lo que lo ubica entre los peores del mundo. En contraste, en Chile ese porcentaje es del 28%. “Si estamos hablando de esto ahora es porque el valor del m² no subió, mientras que todo lo demás en dólares sí”.

González Rouco destacó que el crédito a la construcción representa solo el 2% del total, cuando hace 30 años era del 7%. “Este financiamiento no es para las empresas desarrolladoras de vivienda, sino para la obra pública”, indicó, resaltando que al consultar a empresarios del sector sobre qué medidas podrían ayudarlos, la mayoría responde que necesitan financiamiento.

Desde la perspectiva de la demanda, la situación es compleja: cuatro de cada diez jóvenes aún viven con sus padres o abuelos. Muchos de ellos no logran reunir el pago inicial requerido para solicitar un préstamo hipotecario, que implicaría haber ahorrado entre el 25% de su sueldo durante los últimos 10 o 15 años.

“El mercado de créditos no existe. Tenemos que pensar en otra cosa”, insistió Rouco, alertando sobre un “cuello de botella” que amenaza con estancar aún más la construcción. “Estamos en el peor momento de la construcción”, reiteró el economista.

Damián Tabakman, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), avaló esta declaración y afirmó que el sector está “al límite de rentabilidad”. Aguarda con urgencia la implementación de hipotecas divisibles y créditos a proyectos en pozo, aunque advirtió que esto no es suficiente: “Hay tareas pendientes puertas adentro de las empresas, y también de los bancos”.

Jorge Cruces, director de IRSA, concordó en que los desarrolladores están “ansiosos” y buscan “apuntalar al usuario más que al inversor”, actuando como garantes bancarios de forma transitoria “hasta que salga la financiación”.

Santiago Tarasido, CEO de la constructora CRIBA, trajo a la mesa el déficit de tres millones de viviendas, criticando la costumbre de “regalar o pagar cash” los inmuebles. “Son caminos con los que no vamos a resolver ese problema estructural”, afirmó, sugiriendo la necesidad de un “ministerio del mientras tanto” y de mejorar la productividad para abaratar los costos en un sector donde “la mano de obra representa el 50% del costo del metro cuadrado”.

Por su parte, Gustavo Llambías, vicepresidente de la AEV, expresó que provienen de “una historia en la que el Gobierno construyó casas caras y se las entregó a la gente equivocada”. Coincidió en que se debe desregular más, controlar la inflación y generar instrumentos financieros específicos para el sector.

Sobre el final de la charla, González Rouco reconoció que la transición será “costosa”, pero que el objetivo es avanzar hacia un mercado con más financiamiento y mejor regulación.

Fuente: LA NACION